miércoles, 24 de abril de 2013

Diez grandes bandas de los noventa de las que no nos hablaron entonces.


Nuestra adolescencia y primera juventud conforman el periodo de la vida en que nos mostramos más porosos y vírgenes ante las sensaciones que nos asaltan. En el caso concreto de la música, esto conlleva crear un vínculo inmortal con todos los artistas y vivencias asociadas a su escucha.

Esa etapa, por edad, a mi me pilló en plena efervescencia de los años 90; esa década maldita de la que nadie recuerda nada bueno por su tendencia existencialista capaz de cuestionarse como ninguna qué hacemos aquí y para qué estamos; de hecho, suele omitirse precisamente al hacer ejercicios absurdos, yermos y autocomplacientes de nostalgia.

No se trata de ensalzar esta perspectiva como uno de esos ensayos de pura y dura nostalgia, sino de atestiguar una realidad contundente: nuestro corazón aún late en el presente motivado por estas emociones, lo que lo convierte en algo rabiosamente presente y vivo. Es esta la principal sustancia que embellece desde dentro nuestro transitar diario.

Smashing pumpkins (ver aquí emotiva entrada sobre su disco Mellon Collie and the infinite sadness), Pearl jam (ver aquí entrada sobre Ten, el disco de mi vida), Soundgarden, Radiohead...son innumerables los grupos de la época con la deuda impagable por mi parte por todo lo que me han conformado como ser humano, pero, por desgracia, otras muchos no han sido tan reconocidas ni apreciadas.

Hoy quiero homenajear a algunas bandas de las que no nos hablaron los medios tanto como hubiese sido necesario en aquellos tiempos en los que no existía internet, ni mucho menos todas las plataformas de las que ahora disfrutamos para acceder a un maravilloso microuniverso de joyas perdidas anhelantes por ser encontradas.

Kyuss. Actualmente, mucho melómano habla de las virtudes de estos coyotes desérticos, pero en los noventa el ninguneo que sufrieron fue la causa principal de su separación. Popes auténticos del sonido stoner, si bien los míticos Yawning Man pudieran considerarse los fundadores de este género, las múltiples ramificaciones en que su disolución se fragmentó nos ha dejado bandas inapelables como Queens of the Stone Age con Josh Homme o múltiples proyectos de John García como Unida o Hermano. Música para conducir no un coche, sino tu vida por las dunas que el camino te interponga con vibrante decisión.



Disco recomendado: Blues for the Red Sun.

Sunny Day Real Estate. Es triste pensar que la mayoría de menciones que la prensa hizo de los de Seattle fue para indicar el hecho de que Dave Grohl se apropió de su base rítmica de bajo y batería al poco de fundar Foo Fighters. Banda que desde siempre sufrió una inestabilidad interna causada por las tensiones espirituales entre sus distintos miembros, de ese ambiente enrarecido y con los sentimientos a flor de piel brotó parte de la música más bella y conmovedora que mis oídos podrán experimentar jamás. Cuando la palabra "emo" significaba emoción y no etiquetas de moda y estupidez estética vacua.



Disco recomendado: Diary

Candlebox. La banda más infravalorada del sonido grunge. Absurdamente comparados con Pearl Jam y acusados de falta de personalidad, estas consideraciones no se sostienen a poco que uno ahonde en su fantástica discografía. Herencia del mejor sonido setentero de bandas como Led Zeppelin con guitarras elaboradísimas, tintes sureños y unas canciones con un alma tremenda aportada en gran parte por la fenomenal voz de Kevin Martin, por increíble que parezca su legado continúa sin ser apreciado, aunque su empeño y valía para elaborar grandes obras dura hasta nuestros días.



Disco Recomendado: Happy Pills

Quicksand. Aún recuerdo el cassette de Slip que me dejó un amigo de la facultad al llegar a la universidad y del shock que me supuso descubrir temas como "Head to wall" o "Landmine spring". Peculiar banda de lo que por entonces comenzaba a ser el post-hardcore de sonido enrevesado, metálico y a la vez conmovedor, una mezcla del sonido Washington D.C. con Tool, por acotar algo su definición y que se acaban de reunir de nuevo. De allí surgieron proyectos que recientemente celebramos su reunión como Rival Schools o reclutamientos como el de Sergio Vega como bajista a Deftones tras la triste desaparición de Chi Cheng.



Disco Recomendado: Slip

Whiskeytown. Ryan Adams es considerado el enfant terrible del sonido americana actual. Poco se sabe sin embargo del talento que desde muy joven mostró al frente de su banda Whiskeytown; con ese sonido dulcificado, pero a la par auténtico e hipodérmico, influido por el legado de Uncle Tupelo, su reunión sin lugar a dudas sería uno de los regresos más esperados por mí. Hermosas canciones taciturnas para embriagarse de soledad fantasmagórica tras las pérdidas vitales de toda índole.



Disco recomendado: Stranger's Almanac

Seaweed. Otra vez me asaltan entrañables recuerdos de cuando se cambiaban cassettes musicales. Incluso hasta siendo cintas vírgenes TDK, como el caso en que un amigo me dejó Bug de Dinosaur Jr. y en su cara B, Weak de Seaweed. Realmente, yo quería escuchar el disco de Dinosaur Jr. y esta fue una de estas sorpresas en las que lo que había en la otra cara que no conocías terminaba gustándote más que lo que realmente querías escuchar en origen. Una banda adscrita tangencialmente al sonido Seattle que también antecedió el sonido hardcore melódico que unos años después coparía el mercado, pero sin duda la autenticidad, la energía y la intensidad de Seaweed eran millones de veces más estimulantes.



Disco recomendado. Weak

DGeneration. Decir que se trata de la banda más seminal de la década podría sonar exagerado y, sin embargo, no lo es. Antes de que Jess Malin perdiera pegada y se dedicara más a ser un cantautor afectado, lideró un combo con un sonido histérico y desatado que resultaba insultantemente real y peligroso. Fue otro gran amigo quien me introdujo en su carrera bastante más tarde de cuando incendiaban cada escenario que dejaban atrás tras sus exhibiciones de punk rock ejemplar.



Disco recomendado: No Lunch

Samiam. Milagroso que mitos del hardcore melódico continúen en activo. Y en una forma envidiable como demostró su album trips. A lo largo de los noventa labraron una trayectoria coherente y apasionada dentro de la escena con poca repercusión para aquellos que no se consideraran acólitos de su sonido. Foo Fighters sin ir más lejos se empollaron bastante bien su libro de estilo para llegar a convertirse en una stadium band, mientras los de Jason Beebout tendrán que conformarse siempre con escenarios pequeños que, eso sí, upan a Samiam al olimpo movidos por una devoción militante inquebrantable como tuve ocasión de comprobar una vez.



Disco recomendado: Clumsy

Seam. Una banda de indescriptible tristeza ahogada y sutil, formación maldita donde las haya que nunca tuvo un reconocimiento holgado a pesar de componer intensas tonadas dentro del slowcore, género prolífico en genios perdidos como los también angustiosos y letales en cuando a derrumbar las paredes del corazón Codeine y que merecieran igualmente ocupar este listado.



Disco recomendado: Are you driving me crazy?

Y hasta aquí este artículo. Sólo espero que os haya al menos descubierto alguna banda que no conocierais y las que ya hubieseis escuchado, las rescatéis del olvido. Siempre llena de orgullo estar en el lado donde afloran pequeñas conquistas cotidianas invisibles como las que este legado nos proporciona.



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